Vídeo de l’acte de protesta contra els acomiadaments a HP realitzat a Saragossa la nit del 31 d’octubre.
Buenas noches vecinos y vecinas de la muy noble ciudad de Zaragoza,
Acérquense, acérquense y escuchen una historia que no por común es menos terrible
Escuchen la historia de aquellos que vagan en la oscuridad, buscando el lugar, el momento en que su alma pueda descansar y huir de la precariedad.
Júntense a la luz de las velas y oigan la historia de la malvada HP y sus víctimas condenadas a vagar en el limbo laboral.
Muchos años han pasado ya desde que esta multinacional desalmada empezó a atraer a sus garras a incautos. Muchos jóvenes, hechizados por sus cantos de sirena fueron convencidos de que allí encontrarían trabajo y sustento para poder vivir con dignidad y cumplir sus sueños. Tampoco fueron pocos los gobernantes que ofrecieron el dinero del pueblo para convencer a la empresa de que campara a sus anchas por sus ciudades vendiendo progreso y un futuro mejor para todos, especialmente para esos gobernantes. Otras eran las intenciones de HP, sin embargo.
Bajo la máscara de la responsabilidad social corporativa y la promesa de trabajo cualificado y bien pagado, algo más oscuro se ocultaba, pues en el interior de esta entidad no latía un corazón, solo la avaricia desmedida y el ansia por los beneficios a cualquier precio la movían.
Poco a poco el salario menguo, las condiciones fueron empeorando, y el trabajo aumentando. Los trabajadores, cada vez más esclavos en un mundo en el que los derechos laborales iban cayendo uno a uno ante el neoliberalismo, no supieron reaccionar.
Pero no era esto suficiente para calmar el hambre de los accionistas, viendo que el signo les era propicio atacaron con más fuerza. Enviaron a sus ejecutores de recursos humanos a los centros de trabajos, Los oscuros trajeados fueron llegando y en su mano portaban las órdenes de ejecución, su Dios, el balance de gastos exigía que las vidas laborales fueran sacrificadas y que sus restos alimentaran el fuego insaciable del neoliberalismo.
Estas víctimas de la avaricia sin fin, bien cualificados, titulados por las mejores universidades, capaces de expresarse en otros idiomas se vieron entonces condenados al limbo laboral. A la no-vida de la precariedad y el paro.
Sin embargo, no tendrán mucho que envidiarles los que aún están bajo el ala de HP, ya que su destino será la agonía de la espera en la explotación laboral, sabiendo que su inevitable final es el mismo que el de sus anteriores compañeros.
Vagaran eternamente en busca de un trabajo digno, de empresa en empresa, recibirán salarios muy inferiores a lo aceptable, firmarán contratos que no serán acuerdos sino sentencias de esclavitud, les exigirán el todo, a cambio de nada, no podrán alimentar a sus familias, ni mantendrán sus viviendas dignas, no existirá el progreso para ninguno de ellos, de nosotros, de vosotros…
Esta es la historia que estos humildes servidores habíamos de contar, nobles señores y señoras recuérdenla, pues de todas las historias aprendemos una lección y aunque parece cerrada, esta historia aun no está acabada.